viernes, 18 de mayo de 2007

digitalNegocio.com: El 80% de los chicharros tiene salvedades en sus auditorías

El 80% de los chicharros tiene salvedades en sus auditorías
Los valores bursátiles de baja capitalización y situación económica complicada, esto es, los famosos chicharros que hacen ganar o perder mucho dinero a los inversores, ven como año tras año sus informes de auditoría están plagados de salvedades.
digitalNegocio.com (18.05.2007)

Informes que no emiten una opinión desfavorable ni deniegan emitirla, casos estos que temen las empresas sobremanera, sino que revelan la existencia de una o más salvedades que impiden la emisión de una opinión favorable.

La volatilidad de estos valores se refleja de esta manera en los informes de auditoría. Grupo Inversión, el valor español con menor capitalización bursátil, cuenta con cuatro salvedades en sus informes de auditoría. Hullas del Coto Cortés, auditada por Deloitte, tiene en su haber salvedades en 15 de sus informes desde el año 1990, ya que sólo en el 97 su situación apareció como favorable.

Extraña elección
En la misma tesitura que Hullas del Coto se encuentra otra sociedad de baja capitalización bursátil como Urbas. La compañía, también bajo la supervisión de la firma presidida por Carlos González, tiene y salvedades en sus informes desde el año noventa. Además, la promotora inmobiliaria tiene una extraña historia con las auditoras.

Urbas está siendo auditada por Deloitte desde 2005. Este mismo año, la promotora reeligió en su junta de accionistas del 23 de junio a la firma PKF Audiec, que llevaba los últimos tres años supervisando las cuentas de la compañía. Sin embargo y sin razón aparente, Urbas decidió el 16 de diciembre de ese mismo año rescindir el contrato con esta firma para hacerse con los servicios de la primera auditora española, nombrando a PwC suplente de la misma para el caso de que la primera no aceptase el nombramiento o renunciase al mismo.

La relación de Montebalito con las auditoras es también curiosa. Auren, que supervisaba a la firma en el bienio 2002 y 2003, emitió su informe con salvedades. El elegido para sustituir a la firma española fue Grossman, Mingot, Granados y Asociados. Este despacho se encargó entonces de las cuentas del grupo inmobiliario e hizo los informes sin salvedades hasta el año 2005, ejercicio en el que la propia firma renunció a seguir auditando a la sociedad. A partir de entonces, Howarth Auditores es la encargada de supervisar a la compañía, no apareciendo más salvedades.

Otro de los chicharros que aparecen con salvedades en la práctica totalidad de los informes de auditoría emitidos es Fuenespaña. KPMG, firma encargada de supervisar a la funeraria y, desde el año 1995, ha esgrimido salvedades en nueve ocasiones.

Indo es otro caso en el que aparecen salvedades con frecuencia, apareciendo éstas hasta en siete ocasiones. Lo mismo que Inypsa y Azkoyen, con cinco y tres ejercicios con salvedades respectivamente en sus informes de auditoría.

Del mismo modo, Dogi, auditada por BDO Audiberia, aparece con salvedades en 2002 y 2003 y Nicolás Correa, aparece con salvedades en el informe de 2002 de KPMG.

Pero también hay valores bursátiles de este tipo en el que no aparece salvedad alguna, como es el caso de Bodegas Riojanas, auditadas por Deloitte, Inbesos, por Oliver y Camps Auditores, o Reno.

Astroc
El ‘chicharrazo’ bursátil de este año, Astroc, aparece sorprendentemente inmaculado en cuanto a salvedades se refiere. La inmobiliaria de Enrique Bañuelos está auditada por Gassó Auditores, mas su relación, a pesar de sus informes favorables, no pasa por su mejor momento. La causa es que en el último informe Gassó reflejó que la compra de las sedes de la Corporación Astroc las realizó el propio Bañuelos.

Fue el propio dueño de la inmobiliaria quien dejó caer que el cambio de supervisor iba a ser inminente. Incluso hizo un guiño a la firma que podría ser la sustituta de Gassó, la misma que audita a Landscape, inmobiliaria del Sabadell comprada por Astroc, PwC.

Sniace y Avanzit
Sniace, empresa productora de materias primas para la industria textil y que en 2002 cambió la supervisión de Deloitte por la de PricewaterhouseCoopers (PwC), tiene salvedades en todos sus informes de auditoría desde 1990.

Avanzit, que ya no se puede considerar como chicharro por sus 1.300 millones de euros de capitalización bursátil, está auditada por Deloitte y tiene salvedades en todos los ejercicios desde 1993. La misma circunstancia ocurre con Tudor que, auditada por PwC, acumula un pleno de salvedades desde 1990.

Caso curioso es el de Jazztel, una compañía con sede en Londres que en nuestro país no tiene que rendir tantas cuentas como sucede en Gran Bretaña. Contra todo pronóstico, la sociedad aparece sin una sola salvedad.

Cuanta mayor capitalización bursátil tiene una compañía menores son el número de salvedades en sus informes de auditoría. Y es que los grandes valores se han aplicado para adaptarse a las nuevas normativas y cuidan con detalle cada uno de los pasos que dan. Aunque, como en todo, hay excepciones que confirman la regla.

Causas por las que el auditor no emite un informe favorable
Las salvedades en los informes de auditoría que realizan las firmas derivan de cuatro posibles situaciones. La limitación al alcance se da cuando el auditor no ha podido llevar a cabo todos los procedimientos que, de acuerdo con las Normas Técnicas de Auditoría (NTA) y su juicio profesional, estime necesarios. La salvedad por error o incumplimiento de principios, por su parte, deriva de la existencia de errores materiales o de la aplicación incorrecta de los principios contables o de las Normas de Valoración así como de la omisión de información relevante a la memoria. Otra salvedad es la que se produce por incertidumbre, es decir, cuando el desenlace no es posible conocer a la fecha de emisión del informe por depender de hechos futuros. Por último, la salvedad que deriva del cambio en la aplicación de los principios contables o en las Normas de Valoración aplicadas con las que el auditor no esté conforme. Pero existen dos situaciones mucho peores: un informe desfavorable -los números no presentan la imagen fiel de la compañía- o el denegado, cuando el auditor no opina por la existencia de relevantes incertidumbres.

No hay comentarios: