domingo, 3 de junio de 2007

elPeriódico.com: Consejos y números

Consejos y números
VIDA COTIDIANA DE UN AUTOEMPRESARIO

Joan Garcia Xuclà lleva la contabilidad y asesora a empresas asociado a un bufete de Barcelona, de la misma forma que lo hacen otros miles de profesionales liberales.
elPeriódico.com (03.06.2007)

EL PERIÓDICO publica los domingos una serie sobre la vida de los autónomos de distintos ramos. Se trata de un intento de reflejar el día a día de un colectivo formado por más de dos millones de personas, que generan buena parte del empleo total en España y que aúnan en una misma persona rasgos de empresario y de asalariado. Si se cumplen las previsiones oficiales, después del verano podría entrar en vigor el estatuto legal que puede mejorar los derechos de este colectivo.

Hacer números, cuadrar cuentas y asesorar a empresas. Esa es la principal ocupación de Joan Garcia Xuclà. Contable como su padre, ha apreciado una gran evolución en esta profesión en la que, en sus inicios, las cuentas se hacían a mano. Su dos hijos han optado por dedicarse a otros menesteres.

Garcia Xuclà aún recuerda las cantidades de papel que tenía que rellenar al inicio de su dedicación y las cintas perforadas que tenía que emplear en los albores del ordenador. Con 56 años, en la actualidad está asociado al bufete de abogados Campà de Barcelona y es el responsable del departamento laboral, contable y fiscal.
La opción de trabajar en asociación con un despacho o bufete es habitual entre este tipo de profesionales autónomos --en su caso titulado mercantil--. Los clientes los buscan los responsables comerciales del despacho.

Él se ocupa de poner su materia gris y experiencia profesional y, en el año largo que lleva colaborando con el bufete, ya ha consolidado una buena cartera de empresas como clientes estables, además de otros más esporádicos, que realizan consultas puntuales o encargan asesoramientos concretos.

"No hay horarios. Sí para el personal laboral y para el que se dedica a la atención al público, pero el resto de profesionales de despacho siguen mientras hay trabajo", explica Garcia Xuclà. En el mercado hay mucha competencia y hay que trabajar duro. Es el inconveniente pero también la ventaja de una forma de trabajar, la de autónomo, que otorga "una sensación personal de independencia y de control de tu propio futuro".

Asegura que "lo de llegar muchos días tarde a casa no es por contrato sino para atender las necesidades del trabajo y de los clientes". En el fondo, se trata de valorar la variedad que ofrece esa dedicación: "No hay ningún día en el que haga lo mismo. No puedo decir que sea un trabajo rutinario", sentencia.

Lo peor de ser autónomo consiste en tener "cierta sensación de inseguridad y el hecho de que la Administración te considere un empresario sin tener la infraestructura para serlo", explica. En su caso, por sus capacidades profesionales, es decir, su dedicación precisamente a asesorar en materias fiscales y contables, no hay problema. "Pero no es lo mismo para un arquitecto o para otro tipo de profesional", para el que determinados requisitos legales y formalidades no son más que mayores costes de gestión, agrega Garcia Xuclà.

Este profesional admite que el mercado de asesoría está muy atomizado, con muchos despachos pequeños y medianos y que, en materia de ofrecer consejos y ayudar a las empresas, sí que existe competencia incluso desleal "que revienta precios y da un mal servicio". Incluso los hay que recomiendan al cliente enfrascarse en pleitos, sabiendo de antemano que estos están perdidos, asegura. Es una actividad "sin regulación clara", recuerda. La colegiación y el buen hacer profesional se convierten en las mejores credenciales.

Antes de colaborar con el bufete actual trabajó un tiempo solo por su cuenta y, con anterioridad, ejerció de director financiero de una empresa. Ser autónomo, en su opinión, es muchísimo mejor porque le permite afrontar cuestiones que afectan a empresas de lo más diverso, lo cual es muy distinto a formar parte de un equipo asesor de una única empresa.

García opina que el futuro estatuto del autónomo podrá resultar interesante especialmente para aquel que es dependiente, ya que se obligará a estipular la relación en un contrato por escrito y establecerá el derecho a indemnización. Pero, según su opinión, "mientras a los autónomos se les considere como empresarios, no como profesionales, los problemas seguirán".

Y es que en el fondo, se puede hablar de la existencia de dos tipos de autónomos: el que realmente tiene vocación de autoempresario y los profesionales. "Tienen los mismos problemas, pero una visión diferente. Se les considera a todos como una empresa y así se les trata fiscal y legalmente", destaca Garcia Xuclà.

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