jueves, 24 de mayo de 2007

Expansión.com: Los auditores se quedan sin vacaciones

Auditoría:
Los cursos de formación se multiplican a mediados de año
Los auditores se quedan sin vacaciones

Las juntas de accionistas de las compañías marcan un punto y seguido en la rutina de los revisores, que, en junio, comienzan la planificación de la siguiente auditoría.
Publicado el 2007/05/24

"A partir de mayo, los auditores solíamos coger unas vacaciones", recuerda José Velasco, vicepresidente de la firma de auditoría de BDO. "Ahora, no salimos de la empresa cliente, porque es donde podemos aportar más valor", explica César Ferrer, socio responsable de Normativa y Gestión de Riesgos de KPMG.

A partir del momento en que las compañías han publicado sus resultados anuales, los revisores comienzan a planificar la auditoría del ejercicio siguiente. Además, compaginan este trabajo con las horas de formación que se imparten en sus firmas y con el análisis y la identificación de los campos de mejora que puede necesitar el cliente auditado.

Todo esto es posible siempre que, en la junta de accionistas, que normalmente se celebra antes de finales de junio, la empresa ratifique a su auditor. Pero igual que se puede reelegir el revisor, se puede nombrar uno nuevo. Por ello, según Velasco, "ahora se trabaja mucho en el márketing de la firma y en la presentación de propuestas a potenciales clientes, para que, en su caso, sean estudiadas en la junta". No obstante, antes de la asamblea, el informe de la revisión de cuentas ha pasado por el comité de auditoría y el consejo de administración. En todo caso, tiene que estar a disposición de los accionistas un mes antes de la junta (por lo general, en el momento de convocatoria), para que conozcan los datos de la empresa.

Normalmente, en junio, "la auditora presenta un plan de colaboración a la compañía auditada, con el fin de que prepare la información necesaria para hacer las pruebas", explican fuentes de Deloitte. No obstante, si se trata de una empresa pequeña, "este proceso puede no empezar hasta septiembre", añaden.

Mientras se planifica la auditoría siguiente, los revisores tienen que seguir programas de formación para conocer los continuos cambios normativos que afectan al sector. Estos cursos, "a los que se dedica el 60% del tiempo destinado a la formación anual", según el vicepresidente de BDO, pueden extenderse hasta mediados de septiembre. Según PricewaterhouseCoopers (PwC), se forma a toda la plantilla, mediante cursos troncales encaminados a prepararles para el nuevo rol que desempeñarán al año siguiente.

Este periodo "de menor carga de trabajo", según los revisores, también es aprovechado por las firmas para realizar su propio control interno, "tanto de la auditora nacional, como de otras firmas en los países en los que nuestros clientes tienen filiales y en las que, por lo tanto, trabajamos en la consolidación de los resultados", explican desde Deloitte.

Ciclo
En septiembre, se inicia la ejecución de las pruebas preliminares de auditoría. Tras las pruebas finales y la presentación del resultado al comité de auditoría de la empresa cliente, se entrega el informe anual de auditoría, otra vez, en mayo. Y es que el proceso de auditoría "no acaba nunca", señala Ferrer.

"Necesitamos entender qué ocurre en la compañía en todo momento. No podemos esperar a que se produzca una transacción corporativa, como las que están llevando a cabo las empresas españolas, sino que tenemos que estar de acuerdo con el tratamiento contable que le va a dar", añade.
  • El informe final de auditoría tiene que estar a disposición de los accionistas un mes antes de la junta
  • El 60% del tiempo destinado a la formación interna se cubre durante los meses de verano

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