viernes, 31 de octubre de 2008

Ideal.es: Piden casi 47 años de prisión para el "jamonero de Trevélez"

Piden casi 47 años de prisión para el "jamonero de Trevélez"
Su mujer también está imputada.
31.10.08 - 19:01 - EFE | GRANADA

La Fiscalía de Granada solicita 46 años y 10 meses de prisión para Antonio Herrera, conocido como el "jamonero de Trevélez", al que acusa de estafa, apropiación indebida, falsedad documental, insolvencia punible, alzamiento de bienes y delitos societario y contra la Hacienda Pública.

En su escrito de calificación, el Ministerio Público solicita una multa que supera los 2,2 millones de euros y cifra en más de 10 millones la indemnización a la que deberá hacer frente el procesado en concepto de responsabilidad civil por la supuesta estafa de al menos 160 personas.

A su mujer -Concepción G.N.- le imputa alzamiento de bienes y delitos societario y contra la Hacienda Pública, por lo que solicita para ella siete años de cárcel y más de 730.000 euros de multa.

El fiscal relata en su escrito que los hechos se remontan a finales de 1993, cuando el acusado Antonio Herrera -también conocido como Fernando- junto con su esposa constituyeron la sociedad mercantil Jamones Fernando SL, cuyo objeto era el secado y curación de jamones, con sede social en Trevélez, donde ambos residían.

Según la acusación pública, debido a su anterior trabajo como director de un banco, el procesado conocía los ahorros de sus clientes, aspectos mercantiles y medios de financiación de empresas dedicadas al sector del jamón, "gozando además de una buena imagen y consideración por tal condición en la zona de la Alpujarra".

Los hechos
En torno a 1997, "presidido por un manifiesto ánimo de lucro y en perjuicio de terceros", decide dirigir su actividad empresarial al ámbito de la obtención de capital y recursos ajenos para la financiación de su consumo y bienes propios.

Para ello, relata el fiscal, enmascaró dicha ilícita actuación "bajo una apariencia de actividad comercial", dedicada a sectores productivos distintos a los del jamón serrano, como bodegas, producción de quesos y dulces, construcción de secaderos, tiendas y restaurantes y constituyó otras sociedades junto a su mujer.

Ésta última era la mera encargada de la administración de la tienda y el restaurante de Trevélez, aunque conocía y participaba de forma genérica de las actividades de su marido.

Para la constitución de tal entramado empresarial, el medio empleado por el acusado era la referida financiación ilegal con capital ajeno, actuando dos de formas: mediante el "simple préstamo o inversión en jamones" o la "maquila", jamones crudos que supuestamente reportarían cuantiosos beneficios tras su curación.

Antonio Herrara prometía alta rentabilidad a sus clientes, quienes en la práctica no pretendían la adquisición de jamones sino que se servían de estas compras o inversiones para obtener un buen rendimiento económico, que el jamonero finalmente no siempre podía garantizar.

En su escrito de veintidós páginas el fiscal hace referencia no sólo a la falsa apariencia de solvencia y el alarde de prosperidad de los negocios que hacía el procesado, sino también a sus "maniobras falaces y engañosas" y la forma "torticera y maliciosa" de actuar.

Ante la gravedad de la situación por él mismo generada "de forma voluntaria, consciente y maliciosa" y cuando sus negocios fueron a peor, optó por huir del territorio nacional en octubre de 2004, con destino inicial a uno o varios países europeos y finalmente refugiase en la República Dominicana, donde finalmente fue detenido por la Interpol.

El "jamonero de Trevélez", que permanece en prisión desde mediados del pasado diciembre, será juzgado en los próximos meses en la Audiencia Provincial de Granada.

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