La reforma contable supondrá una mejora importante para la gestión de las empresasEl director de Sayma Consultores dice que permitirá ofrecer una imagen más transparente del estado financiero. Más de 300 pymes guipuzcoanas participan en unas jornadas formativas sobre el nuevo Plan Contable.
DiarioVasco.com 30.09.2007
SAN SEBASTIÁN. DV. El nuevo Plan Contable, que entrará en vigor el 1 de enero de 2008, va a suponer «una mejora importante para la gestión de las empresas», según explica Gastón Letamendía Tellería, socio-director de Sayma Consultores, «porque permitirá ofrecer una imagen más fiel de la empresa y una mayor transparencia de los estados financieros». En un intento de explicar la transformación que va a suponer la aplicación de las nuevas normas contables, utiliza un símil médico: «podría decirse que es algo así como un TAC, que ofrece imágenes más complejas y profundas que una radiografía».Pero que nadie se asuste, porque como apunta Letamendía, la contabilidad sigue siendo la contabilidad, «aunque cambian los principios, que se pueden asumir por todos con un estudio y luego con una operativa siguiendo las normas y directrices que propone el Nuevo Plan Contable».
A falta de tres meses para que entren en vigor las nuevas normas contables, el desconocimiento de los afectados sigue siendo todavía grande, por lo que Sayma Consultores y Kutxa han organizado unas jornadas formativas para explicar la reforma contable y el modo de aplicación de ésta. Las jornadas, en las que están participando más de 300 pymes gipuzcoanas [sic] se han desarrollado esta semana en dos sesiones y volverán a repetise los próximos días 2 y 4 de octubre.
El socio director de Sayma explica que la reforma contable afecta a todas las empresas: a las grandes, a las pymes y a las micropymes, aunque lo hace de forma diferente. «A las grandes empresas, es decir, a las que facturan más de seis millones de euros les afecta en su totalidad; a las que facturan entre dos y seis millones de euros les afecta en un grado importante, y las que tienen una facturación menor a dos millones tienen una afectación inferior».
En su opinión, las peor paradas son las micropymes, porque tienen demasiadas exigencias para su tamaño. «El Plan General de Contabilidad está bien concebido, implica cambios sustanciales, pero el desarrollo para las micropymes no está adecuadamente concebido. Se tenía que haber ido a una situación más sencilla».
Más concreción
La puesta en marcha del nuevo plan obedece a la necesidad de adecuarse a las normas europeas sobre la materia. «Se trata de una directriz de la UE para que todos los países tengan unas normas contables similares. Cada país tiene la posibilidad de adecuarlas a su peculiaridad. Hay un fondo común y cada uno las adapta, pero son de obligado cumplimiento».
Destaca que hay un cambio sustancial y es que se gana en profundidad. «Implica un cambio en la concepción de las normas españolas y la filosofía de la contabilidad respecto a lo que existía anteriormente». Así, apunta que antes la contabilidad española estaba basada en una serie de leyes muy generales, cuya aplicación daba lugar a demasiadas interpretaciones. Sin embargo, los criterios anglosajones, que son los que ha asumido la UE, van a temas más concretos. Por lo tanto, las empresas se van a encontrar con que hay situaciones más resueltas, más definidas, mientras que antes eran a juicio del contable.
Pero al tiempo que se gana en profundidad también lo hace en complejidad. Explica que la adaptación de las nuevas normas implica cambios importantes, sobre todo en las salidas de la contabilidad, lo que se denominan las cuentas anuales -balance de situación, cuenta de pérdidas y ganancias y la memoria-. Ahora se introducen dos estados financieros más: el estado de flujo de efectivos y el estado de cambios en el patrimonio neto. «Esto va a permitir obtener más información», apunta. En su opinión, es importante ver cómo se va a analizar esa información y se pregunta «si vamos a tener que cambiar también el esquema mental de nuestro análisis financiero y económico, porque hay variaciones importantes».
Con todo, afirma que las empresas no se van a llevar sorpresas a la hora de la valoración, ya que los bienes más importantes que tienen las empresas están en el inmobilizado [sic] material y, sobre todo, en los inmuebles. En este sentido, señala que las nuevas normas contables españolas no van a permitir la aplicación del valor razonable, es decir el valor del mercado a sus bienes materiales, algo que todo el mundo se esperaba.
«Es posible que haya una actualización de los inmobilizados [sic] fijos, que permita en función de los índices de precios -según las tablas que sacará el Ministerio de Hacienda- adecuar sus valores, pero siempre estarán lejos del valor del mercado. Es un chasco que se han llevado muchísimas empresas que se esperaban esta oportunidad», asevera.
Transparencia
El socio director de Sayma Consultores aclara que la reforma contable no va a afectar a la propia actividad de la empresa. «Al contrario, cuando se ponga en funcionamiento, la información que va a tener la empresa respecto a su situación económica y financiera va a ser mayor que antes, y como los principios que se aplican en el nuevo Plan Contable son más exigentes, el concepto de transparencia de los estados financieros va a ser mayor». «La realidad, la imagen fiel, se va a ver reflejada en los estados financieros», recalca.
Otro de los objetivos de la reforma contable es la comparabilidad, es decir, que con la aplicación de estos principios y con los nuevos formatos de estados financieros se consigue una mayor comparabilidad de información dentro de la propia empresa y de otras empresas.
Pese a lo complejo que puede parecer la aplicación de las nuevas normas contables, Gastón Letamendía quiere mandar un mensaje de tranquilidad, sobre todo a las empresas más pequeñas. «Es bueno que las micropymes mejoren su nivel de gestión. Les da más transparencia y fiabilidad a la hora de conseguir capital o apoyos. Hoy en día tener una contabillidad ordenada es positivo para todas las empresas. Conviene hacerlo y la apuesta es positiva para las empresas».
En este sentido, comenta que la complejidad se elimina adquiriendo conocimiento de lo que es el propio plan, algo que persiguen las jornadas. En lo que respecta a las herramientas de gestión, como son los software de contabilidad, apunta que ya se están desarrollando o ajustando aplicaciones a los nuevos criterios contables y sobre todo a los formatos de salida, que deberán aplicar las empresas desde el 1 de enero de 2008.
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