- Los datos de facturación se utilizarán como "indicios" de fraude fiscal
- Se iniciarán procedimientos de control si existe un riesgo de fraude
- La recaudación del Estado por arrendamientos descendió un 3,2% en 2009
La Agencia Tributaria cuenta desde este mes de febrero con los datos de facturación de consumo eléctrico de los contribuyentes, correspondientes al año 2010. Uno de los principales objetivos de esta medida es localizar la existencia de actividades económicas sin declarar, sobre todo, en polígonos y zonas industriales, pero también en relación al alquiler de inmuebles.
Se trata de uno de los aspectos del Plan General de Contabilidad de 2010 y que está estrechamente relacionado con el Plan para luchar contra la economía sumergida, presentado recientemente por el Gobierno.
Procedimiento
Hacienda utiliza los datos de las compañías eléctricas únicamente con carácter informativo y como indicio de un posible riesgo de defraudación fiscal. Sin embargo, sólo se pondrán en marcha procedimientos de control al contribuyente en los casos en los que la Agencia cuente con información previa sobre actividades monetarias o de otro carácter que indiquen un riesgo de fraude.
Cuando se detecte un caso de posible fraude fiscal, se pondrá en marcha un procedimiento reglado, en el que Hacienda citará a los contribuyentes localizados como un posible caso de defraudación fiscal para recabar más información sobre su actividad.
Menos ingresos
Los ingresos del Estado por el impuesto sobre actividades económicas descendieron en el último ejercicio un 3,1% en relación con el año anterior. Un descenso muy similar se produjo en relación con el impuesto sobre arrendamientos, que registró un descenso del 3,2% en 2009 en relación con el ejercicio 2008.
Si se atiende a los datos de los últimos cinco ejercicios fiscales, el Gobierno logró incrementar en cerca de un 60% los ingresos por el impuesto sobre arrendamientos entre 2005 y 2008, sin embargo, en el último año, este capítulo retrocede en un 3,2%. Los ingresos llegaron a incrementarse hasta en un 27,6% en 2007, en relación a 2006.
En el caso de la evolución de los impuestos fiscales del trabajo y las actividades económicas, que la Agencia también pretende controlar de forma más estrecha, el aumento de las retenciones ha sido muy inferior desde 2005. Los ingresos aumentaron un 12,7% en 2005, y fueron descendiendo gradualmente, un 11,4% en 2006, un 8,9% en 2007 y un 2,3% en 2008.
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