Hemos descrito el resultado contable, en diferentes ocasiones, como la diferencia entre los ingresos y gastos del ejercicio, constituyendo una magnitud de enorme relevancia en las relaciones de la empresa con sus propietarios y, por supuesto, con los usuarios de la información financiera externa e interna (administración tributaria, entidades financieras, directivos...).
Pero además, y no menos importante, hemos delimitado el denominado resultado del ejercicio del resultado global/total auspiciado en las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) y en el nuevo Plan General de Contabilidad (PGC), diferenciado entre el resultado repartible y no repartible recogido en la legislación mercantil.
En definitiva, diferentes visiones del resultado empresarial atendiendo a opiniones con mayor o menor rango legislativo, doctrinal u operativo.
Frente a la diversidad de opiniones del resultado colocamos, en esta entrada, la realidad de los flujos de efectivo, entendidos como la diferencia entre las entradas y salida de efectivo y equivalentes del efectivo.
Recordamos (NIC 7) que la información acerca de los flujos de efectivo es útil:
- Para evaluar la capacidad que la entidad tiene para generar efectivo y equivalentes al efectivo.
- Así como evaluar sus necesidades de liquidez
- Permitiendo a los usuarios desarrollar modelos para evaluar y comparar el valor actual de los flujos netos de efectivo de diferentes entidades.
- Con frecuencia, la información histórica sobre flujos de efectivo se usa como indicador del importe, momento de la aparición y certidumbre de flujos de efectivo futuros.
- Es también útil para comprobar la exactitud de evaluaciones pasadas respecto de los flujos futuros,
- También posibilita la comparación de la información sobre el rendimiento de la explotación de diferentes entidades, ya que elimina los efectos de utilizar distintos tratamientos contables para las mismas transacciones y sucesos económicos.
- Actividades de explotación son las actividades que constituyen la principal fuente de ingresos ordinarios de la entidad, así como otras actividades que no puedan ser calificadas como de inversión o financiación.
- Actividades de inversión son las de adquisición, enajenación o abandono de activos a largo plazo, así como de otras inversiones no incluidas en el efectivo y los equivalentes al efectivo.
- Actividades de financiación son actividades que producen cambios en el tamaño y composición del patrimonio aportado y de los préstamos tomados por parte de la entidad
Y, a modo de conclusión, resaltar que los flujos de efectivo suponen una magnitud más objetiva que el resultado contable (y sus acepciones) sometido, a las diferentes regulaciones y a las políticas contables de los gestores de la empresa.
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