jueves, 2 de abril de 2009

NorteCastilla.es: Hay vida tras la suspensión de pagos

Hay vida tras la suspensión de pagos
Economistas y juristas coinciden en que en España no hay cultura para afrontar los procesos de concursos porque se «estigmatiza» a las empresas
02.04.09 - J. M. | VALLADOLID

¿Hay vida empresarial tras un proceso de concurso de acreedores que permita sacar adelante a una sociedad en crisis coyuntural?

Los expertos en legislación mercantil, que ayer participaron en una jornada sobre actualidad concursal organizada por la Universidad de Valladolid y el despacho de abogados Roca Junyent, se muestran convencidos de que sí, pero son críticos con el actual sistema judicial y administrativo ya que «estigmatiza» a las sociedades de modo que se las 'condena', a veces, por el sistema financiero a no poder salir adelante después de un periodo de dificultades.

Reducción de las ventas y falta de financiación bancaria son los dos factores clave que desde hace menos de un año están abocando al cierre de grandes y pequeñas empresas en toda España. Para evitar el cerrojazo, la legislación española cuenta desde el año 2003 con la Ley Concursal, que regula las suspensiones de pagos previas a una situación de quiebra.

«Sin embargo, cuando existen rumores de que el concurso se va a presentar, el entorno de la empresa, esto es, proveedores y bancos, se vuelve en contra del proyecto», resaltó ayer Francisco Prada Gayoso, economista, abogado y auditor de cuentas que ha actuado como administrador concursal designado por varios juzgados. Prada se mostró convencido de que «hay vida para una empresa después de un concurso de acreedores, siempre y cuando las entidades financieras no nieguen dinero a sus gestores».

En este sentido, Alejandro Latorre, socio de un despacho de Madrid, se mostró partidario de que en la actual coyuntura española «se firmen acuerdos de refinanciación con las empresas para evitar los concursos de acreedores. De haberse aplicado estas medidas, ahora no estaríamos como estamos», apostilló mirando a la banca.

Administradores
Durante la jornada de la UVA, el empresario Alfredo Miret explicó las dificultades de su empresa auxiliar del sector de la automoción para toda España, que se vio obligada a presentar hace casi dos años suspensión de pagos por la inflexibilidad de las multinacionales, el aumento de los costes salariales y la deslocalización.

«Un concurso es como una olla a presión que explota por todos los sitios y deja atónitos a trabajadores, proveedores y bancos», relató, al tiempo que criticó las largas demoras de los autos judiciales, así como «los elevados honorarios de los administradores concursales nombrados por los jueces», y a los que se da prioridad para el pago frente a los proveedores.

Los expertos echan en falta bancos que, al igual que en EE. UU., apuesten con inversión por las empresas sometidas a concurso. «No hay cultura concursal», insisten.

No hay comentarios: