Incertidumbre en Almería entre proveedores de la construcción tras la caída de ObrascampoTeleprensa.es 26.02.2008
La caída de Obrascampo, frenada en principio por la intervención de una veintena de entidades financieras con las que se acuerda un plan para hacer frente a los pagos a proveedores, ha provocado un enorme clima de incertidumbre entre la lista de deudores de la constructora almeriense. Así, mientras desde la propia empresa se anunciaba mediante un escueto comunicado emitido la pasada semana que veintidós entidades financieras acudieron en su ayuda para perfilar las líneas directrices de un plan financiero que garantice su futuro en el sector, otras fuentes aseguran que la función de esas veintidós entidades es garantizar el cobro del papel emitido por la empresa,-patrocinadora principal de la UD Almería y que utiliza como imagen de campaña al actor Juan y Medio-, y que está en poder de una larga lista de proveedores. Así, pagarés y otros efectos bancarios, estarían pendientes de una solución para poder cobrar los servicios prestados a las empresas de este grupo y el hecho de que existan veintidós entidades financieras implicadas en el plan significaría que tal número espera una vía por la que poder hacer efectivos los documentos de cobro depositados en sus entidades por clientes terceros.
La crisis de Obrascampo ha saltado a la luz a raíz de la solicitud de Grupo Otto, -dedicada a la explotación de áridos-, al Juzgado de lo Mercantil de Almería para que declarase concurso necesario de acreedores para Ronixa, constructora de Obrascampo. Como prueba se aportaron unos 300 pagarés impagados, según los rotativos de papel. El importe de la deuda ascendería a más de siete millones de euros y si ésta es la situación con el proveedor de su materia prima fundamental, los áridos con los que elaboran hormigones y cementos, la cadena de suministradores de material y por tanto la deuda, alcanzaría en estos momentos proporciones totalmente desconocidas, ya que ninguna fuente quiere aventurarse a dar una cifra aproximada.
Pero la situación entre Obrascampo y Otto tiene, al parecer, otros componentes, ya que fuentes del sector aseguran que podría existir un cruce de incómodas relaciones comerciales entre ambas. Así, se apunta que Obrascampo tiene alquiladas dos plantas de Otto con opción a compra, -una en Gádor y otra en Níjar-, y que una vez ajustado lo debido entre consumos y alquileres la deuda podría ser menor, pero no inexistente.
Fuentes consultadas por teleprensa.es apuntan también que determinadas operaciones llevadas a cabo por el grupo almeriense podrían haber mermado su capacidad de respuesta. Así, su inversión en El Toyo, donde esperaba vender a más de 4.200 euros el metro cuadrado (700.000 pesetas) o los 6.000 (un millón de pesetas) de otra promoción en Aguadulce, habrían supuesto un lastre significativo en la caída libre de la compañía tras la congelación del mercado inversor.
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