Llega el nuevo plan general de contabilidad:Revolución contable a la vista para elevar la transparencia
Las empresas en solo tres meses, deberán implantar las nuevas reglas de contabilidad para adaptarse a las Normas internacionales de Información Financiera.
Publicado el 2007/10/01, por María Ciriza. Madrid
Según José Luis Alfonso, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, "la empresa necesita de todos los actores y a todos deben satisfacer sus demandas de información".
Las empresas se aproximan al mayor cambio de los últimos años. En sólo tres meses, deberán implantar las nuevas reglas de contabilidad para adaptarse a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). Un proceso complejo que supone para las sociedades empresariales no sólo un impacto económico por la actualización de las herramientas informáticas y los gastos de formación en los empleados, sino también un tiempo perdido por los trastornos implícitos de la implantación.
En este asunto, hay opiniones para todos los gustos. Mientras que las organizaciones empresariales analizan más los aspectos negativos de la norma, otros profesionales tienden a pensar más en los positivos. Por ello, aunque esta modificación supone un aumento apreciable de los costes, entienden que será más apta y útil para todos. "El Plan General de Contabilidad (PGC) tendrá los mismos costes de implantación que cuando los derivados de la sustitución de la unidad monetaria, cuando pasamos de la peseta al euro", afirma José Luis Alfonso, profesor titular del departamento de Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Si bien antes la información contable rendía cuentas únicamente a los propietarios de la empresa, a los accionistas, a los socios o a los proveedores, "ahora, se beneficiarán también los inversores, los analistas y las entidades financieras que podrán realizar predicciones de futuro", asegura Alfonso.
Con la aplicación de los nuevos criterios de valoración sobre los activos y pasivos financieros, "la contabilidad se ordena con las matemáticas de las operaciones financieras; se introducirá el tipo de interés efectivo; y desaparecerán los activos ficticios, los gastos de formalización y los gastos por intereses diferidos.
Incluso se unificarán los criterios según la contrapartida entregada o recibida y no según el valor nominal o concedido", explica Alfonso.
En realidad, según manifiesta este experto, la complejidad de la nueva norma que expresan las distintas asociaciones empresariales porque no la terminan de entender, "se reduce a los diversos tratamientos contables sobre los activos y los pasivos financieros, y sobre el impuesto de beneficios debido a su cambio de enfoque, ya que en lugar de observar los efectos impositivos de las diferencias temporales relacionadas con los gastos y los ingresos, ahora, se observarán estas diferencias entre los valores contables y fiscales".
Plan especial pymes
Las pymes se verán más afectadas por el coste que tendrán que asumir ya que, según los expertos, el impacto de la reforma ascenderá a más de 3.000 euros para cada compañía. Para el catedrático, los costes de adaptación se corresponden a los de reciclaje del personal, a los cambios o a las modificaciones de los soportes informáticos. "Si las operaciones económicas y financieras que realizan son triviales o comunes no les supondrá ningún tipo de costes añadidos. En ocasiones, es bueno este tipo de cambios", concluye Alfonso.
- El nuevo plan supone costes al igual que los supuso en su día el cambio al euro"
- Es óptimo para las pymes este cambio; así conocerán bien las inversiones"
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